El motivo
de no presentar candidato nuestro sindicato a estas elecciones a compromisarios
de la MUGEJU es que los cambios en la regulación de la misma, que se están
tramitando por el Gobierno del PP y que culminarán en breve, prevén la
desaparición de la ASAMBLEA de la misma y de los compromisarios electos,
sustituyéndola por un CONSEJO GENERAL en el que sólo tendrán su presencia
garantizada los Jueces y Fiscales, y el resto de miembros dejarían de ser
elegidos democráticamente por el colectivo, para pasar a ser designados “a
dedo” por el CGPJ, la Fiscalía General
y el Ministerio de Justicia, algo que sabemos perfectamente todos los
sindicatos, particularmente los que están presentando candidatos (basta con
leer las circulares que estos han realizado sobre la MUGEJU últimamente)
NO vamos
a contribuir a consolidar esta situación, participando en esta mascarada de elecciones
en las que no se está informando a los compañeros de que su voto va a
servir de bien poco, pues el Ministerio está determinado a imponer su voluntad
y consolidar el status-quo de algunos dentro de la MUGEJU, en la que
unos pocos, que siempre son de colectivos minoritarios (jueces y fiscales),
llevan la batuta de una Mutualidad de la que los Cuerpos de Gestión,
Tramitación y Auxilio formamos parte en más de un 70 % y en la que contribuimos
decisivamente, también en dicha proporción, a su sostenimiento económico.
Modestamente
pensamos que si todos hiciesen como nosotros y ningún sindicato presentase
candidatos a compromisario, ¿como justificaría el Ministerio que en la
Asamblea de la MUGEJU no estuviese representado el 70 % del colectivo? Sería
algo que, quizás, conseguiría hacer tambalear los cimientos de nuestra
Mutualidad y que las cosas cambiasen para mejor, consiguiendo una verdadera
democratización de sus órganos directivos, pues de seguir la deriva actual,
la MUGEJU y el resto de Mutualidades de funcionarios están abocadas a su
extinción y liquidación progresiva.
A lo
anterior y como colofón hay que añadir que algún que otro sindicato se está
dedicando a captar de forma poco transparente los votos de los compañeros. Y esto es aún más grave,
porque la democracia es intocable y el respeto
escrupuloso a los mecanismos de expresión del voto individual, personal y
secreto, resulta algo básico, imprescindible e inalterable en una sociedad
libre y decente. Si los sindicatos no
respetamos esto, dejamos de ser tales
sindicatos.
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