A partir de enero de 2015 los trabajadores y trabajadoras
soportaremos una menor carga fiscal en nuestras nóminas al aplicarse una
rebaja en el IRPF para los dos próximos años.
Al parecer, el Gobierno está trabajando contrarreloj para facilitar a
las empresas el programa que les permita hacer los cálculos de las
nuevas retenciones.
De entrada, los trabajadores y trabajadoras notarán entre 20 y 40
euros más al mes durante 14 pagas para sueldos medios y medios altos y
se elevará hasta los 60-80 euros para las retribuciones más altas.
Así, para aquellas personas que ganan hasta 12.450 euros, el tipo
pasará del 24,75% actual al 20% a partir de enero y al 19% el próximo
año.
Por su parte, los trabajadores que ingresan entre 12.450 euros y
20.200 euros anuales verán reducir el gravamen que se les aplica hasta
el 25% en 2014 y al 24% en el año siguiente.
El tercer tramo lo representan los trabajadores que ganan entre
20.200 euros y 35.200 euros, cuyo gravamen de IRPF será del 31% en 2014 y
del 30% en 2015. Concretamente son aquellos que ingresan hasta 24.000
euros y que, según los cálculos del Gobierno, tendrán una rebaja media
de 23,5%.
En cambio, en el cuarto tramo, que incluye los sueldos que oscilan
entre 35.200 y 60.000 euros, están los ciudadanos que tendrán que
acarrear con la rebaja que recibirán las rentas más bajas. A pesar de
que su gravamen bajará al 39% en 2015 y al 37% en 2016, el problema para
muchos es que van a saltar de tramo.
Otros de los grandes sacrificados de la nueva legislación son los
trabajadores con unos ingresos superiores a 60.000 euros, a los que el
Gobierno considera ‘ricos’ y que tendrán que hacer frente al mismo tipo
-un 47% en 2015 y un 45% en 2016- que una persona que cobre más de
150.000 euros.
Otros dos factores que incidirán en una subida del dinero disponible
que tendrán los trabajadores a final de mes son los nuevos mínimos
familiares y la ya mencionada reducción de tramos, como recuerda Rubén
Gimeno, del REAF, englobando en el último a las rentas de más de 60.000
euros al año.
Según la reforma fiscal, los mínimos familiares se elevan una media
del 32%. Así, por el primer hijo se incrementa en 564 euros, hasta los
2.400 euros anuales (un 30,7% más), para el segundo hijo se eleva 660
euros, hasta los 2.700 euros (un 32,3% más), para el tercer hijo se
incrementa en 328 euros, hasta los 4.000 euros (un 8,9% más), y para el
cuarto hijo se aumenta en 318 euros, hasta los 4.500 euros (un 7,6%
más).
A su vez, el mínimo por hijo menor de tres años pasa de 2.244 euros a
2.800 euros, lo que supone un incremento del 24,7% (556 euros más),
mientras que por cuidado de ascendientes menores de 65 años se eleva a
1.150 euros, un 25,2% más, y para ascendientes mayores de 75 años se
incrementa hasta los 2.550 euros, un 25% más.
Por último, por el cuidado de dependientes con una discapacidad
superior al 33% se incrementa casi un 30%, hasta los 3.000 euros
anuales, mientras que para los que tengan una discapacidad inferior al
65% y movilidad reducida se sitúa en 6.000 euros, también casi un 30%
superior a la que existe actualmente. Con una discapacidad superior al
65%, el mínimo se incrementa hasta los 12.000 euros anuales, un 28,2%
más.
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