Señora Sáenz de
Santamaría: me debe un euro
A lo mejor es usted la
que tiene que pasarse por la Calle Pradillo para comprobar cómo funciona el
Registro Civil.
La vicepresidenta del
Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, me debe un euro. Más o menos, tampoco
vamos a andarnos con racaneos. Les explico. Este jueves tuve que acudir al
Registro Civil de Madrid para iniciar unos trámites. Hace dos semanas, en el
Congreso, Sáenz de Santamaría justificaba la privatización de este organismo
con la excusa de “modernizar el Registro y evitar las colas que se producen diariamente”.
Y llegó a invitar “a sus señorías a visitar el Registro de la calle
Pradillo de Madrid para comprobar las esperas que deben soportar los ciudadanos
cuando acuden a él”.
Ante semejante panorama
descrito por la vice, en Pradillo pagué más de un euro en el parquímetro para
estacionar durante una hora en zona azul, y creí que me quedaría corto. Entré
al Registro Civil a las 12:00 horas, y a las 12:09 ya estaba montado en el
coche. Igual con diez céntimos me hubiera bastado.
Yo no sé si Sáenz de
Santamaría habrá ido alguna vez al Registro. Es cierto que el edificio no es un
alarde de modernidad, pero funciona. Es cierto que hay un gran número de
personas, pero estamos hablando de cinco plantas para gestionar los trámites de
todos los vecinos de la capital, y aún así funciona.
Repito, en tan sólo
nueve minutos me atendieron con una gran efectividad, y gran simpatía, tres
funcionarios distintos. Mientras que en el ambulatorio del barrio, el médico
siempre va con dos horas de retraso sobre su lista de espera. Si lo que el
Gobierno busca son edificios públicos congestionados, sólo tiene que pasarse
por los hospitales de Castilla-La Mancha o Galicia, que gestionan sus
compañeros de partido.
En lo que sí se parece
el Registro Civil a un hospital es en la movilización de sus trabajadores
públicos. Todas las plantas del edificio están empapeladas con lemas, protestas
y viñetas contra la caprichosa privatización del Gobierno.
Y folletos con varias
informaciones interesantes. Como que el presidente del Gobierno y dos de sus
hermanos son registradores de la propiedad, así como la suegra de Gallardón, y
será este gremio quien se lleve el pastel de la privatización. O que el Estado
se ha gastado 130 millones de euros para digitalizar el Registro Civil para
ahora ponerlo en manos privadas. O que sólo hay 800 registradores de la
propiedad en España para repartirse esta ganga. O que no se ahorrará ni un euro
público al tener que recolocar a los funcionarios del Registro en los Juzgados.
O que…
Señora Sáenz de
Santamaría, a lo mejor es usted la que tiene que pasarse por la Calle Pradillo
para comprobar cómo funciona el Registro Civil y, de paso, echar un ojo a estos
folletos antes de seguir mintiendo.
Si tiene que aparcar,
puede usar el euro que me debe.
Marcos Paradinas es
redactor jefe de ELPLURAL.COM
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