Demoledor informe. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, pinta un panorama para la justicia andaluza de burocracia, papel y personal mal repartido. “Sigue paralizada la modificación de plantillas y
reordenación de efectivos, lo que impide romper con una rígida
estructura de trabajo”, denuncia el TSJA en la memoria de 2014
presentada ayer en Granada.
La situación provoca la
existencia de órganos con exceso de funcionarios y otros con una
plantilla muy escasa. También se produce una “defectuosa gestión de
las medidas de refuerzo con personal sobrecargado de trabajo, retrasos
en la cobertura de vacantes, alto número de interinos y falta de
especialización”, además del excesivo tiempo empleado en el nombramiento
de interinos o sustitutos, “con supresión de la espera de tres meses,
que parece ser la norma habitual”.
La administración de la justicia digital es
una de las grandes tareas pendientes. Y para ello propone la gestión
documental a través del expediente electrónico, “única forma de acabar
con los problemas de escaneo y digitalización de los procedimientos, de
favorecer el traslado informática a las partes, en vez de infinidad de
fotocopias, ganando tiempo y eficacia”. También aboga por una medida
polémica: la desaparición de la presencia personal y el papel en
múltiples gestiones y que las relaciones se produzcan “obligatoriamente”
de forma electrónica.
"Coloquialmente muchas
veces se dice que la justicia, como no da votos, tampoco es necesaria
(...) No somos conscientes de la importancia que tiene", ha asegurado
Del Río durante la presentación de la memoria anual de actividades y
funcionamiento del alto tribunal andaluz correspondiente al año 2014.
"La gente necesita una
justicia objetiva, independiente y en tiempo razonable (...) Lo pienso y
lo percibo en la calle", ha añadido el presidente del TSJA, quien ha
lamentado que la memoria de 2014 reproduzca mensajes "harto conocidos e
idénticos problemas de años anteriores".
El documento, al que ha
tenido acceso Efe, recoge que las disfunciones en materia de
administración de justicia "se repiten miméticamente y no hay avances
significativos" y que se mantienen un exceso de litigiosidad,
deficiencias organizativas, de gestión de personal, tecnológicas,
dispersión de sedes y arcaica legislación.
La
falta de personal y la complejidad de los casos que se instruyen en los
juzgados malagueños ha provocado en los últimos años que algunos de
ellos se eternicen para poder dictar sentencia. La sede judicial de
Estepona es una de las más perjudicadas en este aspecto, y según se
recogió en la memoria de 2015 del Tribunal Superior de Justicia de
Andalucía (TSJA), es la localidad malagueña que más plazas judiciales
debe crear para sus juzgados de Primera Instancia e Instrucción.
El Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía (TSJA) presentó el jueves la Memoria 2015, un
completo análisis de la situación de los juzgados andaluces, sus
problemas más acuciantes y sus necesidades. El TSJA, presidido por el
magistrado Lorenzo del Río, constata “una intensa actividad legislativa”
durante el último y, sin embargo, lamenta que sólo suponga “un tímido
avance en Justicia”.
“Hace ya tiempo que la
Sala de Gobierno del TSJA viene poniendo de manifiesto los cambios
organizativos y estructurales que son precisos para modernizar nuestra
justicia”, señala la memoria. “Pese a ello, apenas si podemos mencionar
avances de entidad en estos últimos años”. El TSJA critica la “inacción”
de las administraciones, aunque asegura que durante el último año se
han producido “una hiperactividad legislativa” y “una voluntad política”
para introducir mejoras estructurales en el sector.
Esas reformas exigen
refuerzos personales y el TSJA pone cifras al agujero de personal. Según
el Alto Tribunal andaluz, en la provincia de Almería sería necesaria la
creación de ocho nuevas plazas de jueces/magistrados que apuntalen la
planta actual.
Lorenzo del Río pide un
magistrado más para la Sección Primera de la Audiencia Provincial de
Almería, dedicada en exclusiva a asuntos de la jurisdicción civil. Tiene
una tasa de pendencia (asuntos pendientes) alta, sólo superada por
Málaga. De forma simplificada, la estadística refleja una media de diez
meses para resolver un asunto. La presidenta de la Audiencia Provincial
de Almería, Lourdes Molina, cree que la llegada de un nuevo magistrado a
la sección ayudaría a paliar la congestión, si bien, como alternativa,
apuesta por la incorporación de una plaza de refuerzo.
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