viernes, 27 de marzo de 2015

Lo que hay que saber sobre oposiciones ante la Oferta de empleo 2015

Excelente articulo del Blog SEVACH sobre las oposiciones.



Acaba de publicarse el   R.D. 196/2015, de 22 de Marzo (BOE del 23), por el que se aprueba la oferta de empleo público para el año 2015. ¡Por fin parece que el letargo del invierno de las oposiciones va pasando!. No es para echar las campanas al vuelo pero sí para esbozar una sonrisa de que savia nueva funcionarial alimente al monstruo administrativo ante medidas de tijeretazo, remiendos y tasas de reposición, en “tiempos de ruido y furia”, como se decía en Macbeth.
Tras el arranque de la esperada convocatoria de jueces y fiscales en el mes de Enero, la Oferta de Empleo para 2015 indica unos interesantes (y alguno sorprendente) criterios comunes a todas las convocatorias de obligada lectura para los interesados, pero es ilusionante comprobar que se anuncian pequeñas pero jugosas dosis de plazas de cuerpos burocráticos que dormían como el bíblico Lázaro, pudiendo citar como plazas ofertadas de acceso libre de interés para los juristas las siguientes, entre otras: Abogados del Estado (25), Superior de Administradores Civiles del Estado (40), Inspectores de Hacienda (20), Inspectores de Trabajo (12), Técnico de Instituciones Penitenciarias (15), Interventores del Estado (21), Letrados de la Seguridad Social (17), Técnicos de la Seguridad Social (18), Técnicos Superiores de Tráfico (10), Gestión de Administración Civil del Estado (120), Técnico de Hacienda (129), Gestión de la Seguridad Social (18), Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa (280), Funcionarios de habilitación nacional (50).
Soy de los que piensan que estos últimos cuatro años de “travesía del desierto” han hundido, congelado y obligado a reciclarse a valiosos cerebros para la Administración pública que han visto cerradas las puertas del empleo público y quizá sea tarde para muchos.
Ante este reverdecimiento de los procesos selectivos, me preguntan frecuentemente sobre qué oposiciones preparar, cómo y qué consejos seguir, así que me ha parecido útil dedicar este post a un compendio breve y ordenado de las claves del mundo de las oposiciones que expuse en anteriores post, con alguna consideración adicional, y así poder indicárselo a quienes se debaten en dudas si afrontar o no el estudio de oposiciones, ahora que va aumentando el goteo de convocatorias y algo se mueve en el acceso al empleo público.

 


I. Cómo aprobar….
Doce Escalones para aprobar Oposiciones







II. Qué hay que saber…
Quince leyendas urbanas sobre las oposiciones a cuerpos superiores
Claves curiosas y útiles de las oposiciones con exámenes tipo test


III. Las circunstancias del examen
El día que toca examinarse importa
Ser hombre o mujer
Quien se examina el mismo día, quizá también importa


IV. Para animarse…
Odisea de Homero para aprobar las oposiciones


V. Para ser realista…
Cuento de invierno para opositores a funcionario


VI. Para lamentarse…
Crónica negra en cinco actos de oposiciones para funcionario


VII. Tampoco está mal un poco de sentido común.
– Hay que informarse del índice de aprobados en relación a plazas de anteriores convocatorias. Criterios del Tribunal y tipo de exámenes. Todo general estudia la estrategia del contrario en anteriores batallas.
– Hay que sopesar el número de plazas y número de opositores. Cuestión de sentido común. Las probabilidades objetivas son un factor decisivo. A veces hay que sacrificar la vocación por la utilidad. Si se presentasen cinco premios nobel de Medicina a una sola plaza de médico por concurso del Ayuntamiento de Calatayud, cuatro como mínimo serían eliminados. Es simple, pero a veces hay que sopesar la relación o proporción para darse ánimos (personalmente en acceso a cuerpos superiores considero:
a) Concurrir a una sola plaza convocada es arriesgadísimo, y no se está para perder tiempo e ilusiones;
b) Concurrir a plazas en proporción superior 1/15 es igualmente desalentador (aunque no se presente 1/4);
c) Concurrir a pocas plazas por procedimiento de concurso-oposición en que los méritos de experiencia están hipervalorados, si aspira también el interino o laboral temporal que la ocupa transitoriamente, resulta también una empresa equiparable a conseguir entrada de primera fila para ver a los Rolling-Stones.


VIII. Unos pocos y simples conocimientos jurídicos no sobran
- Hay que leerse cuidadosa y reiteradamente las bases de la convocatoria. Las sospechas acechan. Los Tribunales están llenos de pleitos de personas que no se enteraron bien de los requisitos, los méritos o las pruebas.
- Si hay alguna base, estipulación o criterio de valoración jurídicamente cuestionable, hay que valorar la oportunidad de impugnarlo. Ya sé que recurrir una convocatoria cuando lo de aprobar la plaza es un largo e incierto camino resulta chocante, pero si no se impugna y luego esa base resulta decisiva, no podremos quejarnos. Se nos aducirá aquello de “Base firme y consentida”: ya no puede cuestionarse jurisdiccionalmente (aunque la buena noticia es que si tal Base lesiona un derecho fundamental entonces si cabe impugnar el resultado de la oposición y de paso la Base ilegítima).
- Si se discrepa del resultado por no aprobar u obtener poca calificación hay que tener presente que los Tribunales han consagrado la llamada “discrecionalidad técnica” de los Tribunales calificadores, o sea, que su criterio de valoración de pruebas orales o casos prácticos (y no digamos entrevistas) pese a ser subjetivo va a ser muy difícil de combatir en vía judicial salvo “error grave y manifiesto” (insisto, no basta con demostrar el error del Tribunal sino que ha sido “grave y manifiesto”). Por supuesto que los elementos reglados de la oposición (tiempo, lugar, forma de ejercicio, etc) se controlan plenamente pero será difícil obtener una sentencia que reconozca el derecho al aprobado. A lo sumo el derecho a la retroacción del procedimiento.
Era tan enorme la casuística de problemas y litigios sobre esta materia que abordé el tema del control de las oposiciones y concursos en mi obra “Control de concursos y oposiciones en la jurisprudencia” (Reus, 2009)

En fin, lo importante es tener ilusión y estar dispuesto al sacrificio. Como enseña Virgilio en “La Eneida”, “la fortuna favorece a los valientes”.

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