En relación a la siguiente noticia aparecida en el
diario EL MUNDO con fecha de ayer http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/14/andalucia/1368539409.html y ante la confusión que la misma
está generando, os ACLARAMOS LO SIGUIENTE:
El recorte de la paga extra a los funcionarios de Andalucía en 2013, a que se
refiere esta noticia, es simplemente la aplicación de la Ley 3/12 de la
Junta de Andalucía, que establece que los funcionarios de la Administración
General de la Junta de Andalucía, perderán los complementos adicionales de
las pagas extra de junio y diciembre de 2013 (que sumados son algo más de una
extra completa).
También y en su art. 10, esta Ley establece que al personal de la Admón. de
Justicia de Andalucía (dado su especial régimen retributivo) se le recortarán
en 2013 las retribuciones anuales íntegras en un 5
%, y esta cantidad se minorará exclusivamente del complemento específico
y se prorrateará entre los 12 meses del año.
ES DECIR que el descuento que le van a hacer a los funcionarios de la Admón.
General de la Junta de Andalucía (que son el 90 % de todos los de Andalucía)
concentrado en las dos pagas extras, a nosotros ya nos lo están haciendo desde
enero y mes a mes, por lo que nuestras pagas extraordinarias no se verán
afectadas y las cobraremos íntegramente.
El ROBO es el mismo; mes a mes que en dos veces. Tenemos que tener claro, por principio, que las “pagas extras” son el fruto del trabajo que mes a mes vamos generando en concepto de salario diferido, y no una gratificación o regalo. Los salarios son calculados anualmente, en algunos casos en 14 y en otros en 12 pagas, pero todas generadas por cada trabajador/a, y la pérdida de las mismas es la pérdida consolidada de salario, que unida a las reducciones anteriores, y al aumento de jornada nos deja clara una conclusión; trabajamos más horas por menos dinero, o lo que es lo mismo, ahora trabajamos gratis para la empresa una parte de la jornada laboral, lo que equivale en cierto sentido al esclavismo. Todo impuesto unilateralmente y basado en la aplicación del Imperio de la Ley, que nada tiene que ver con el de la Justicia.
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