Desde hace muchos años la USO viene celebrando el día 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, reivindicando la igualdad en acceso al empleo, retribución salarial, eliminación del techo de cristal y la aplicación de medidas de corresponsabilidad para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres.
La incorporación femenina al trabajo remunerado ha supuesto un gran avance y se ha visto favorecida por la creación del Estado de bienestar. Las mujeres han ido ocupando su lugar en diversos sectores y un número muy importante de ellas, han encontrado empleo en educación, salud y asistencia social. A su vez esto ha permitido que la oferta de servicios haya aligerado la carga de responsabilidades familiares.
La crisis económica ha venido afectando, desde su inicio, especialmente a las mujeres: primero frenando el desarrollo de la Ley de Igualdad y actualmente los ajustes, recortes y reformas que se vienen aplicando están perjudicando gravemente a las mujeres. Esta situación se ve claramente en el recorte en la Ley de dependencia a las y los dependientes y a las cuidadoras, que han visto recortada la asignación y cotización.
En este caso afecta directamente y también afectará indirectamente por que la reducción de servicios sociales dificulta la conciliación. En España la conciliación es todavía cosa de mujeres y queda un largo camino hasta conseguir la corresponsabilidad. Esta realidad pone en peligro la permanencia de las mujeres
en el ámbito laboral.
Para poder cobrar la pensión máxima, ahora todos necesitaremos más años cotizados: el argumento de la reforma es la tasa de envejecimiento y ello implica una mayor tasa de dependientes. Si no se ponen medios y continúa recayendo en las mujeres el trabajo de los cuidados, ¿cómo se evitará que sean las mujeres las que tomen las licencias, los trabajos temporales o las jornadas parciales? Ante estas situaciones las trabajadoras tendrán más probabilidad de perder el empleo y como pensionistas la pérdida de ingresos será mayor.
En la USO queremos reforzar y aspirar a una justicia laboral que se convierta en igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Para ello es necesario que las mujeres participemos en la vida activa del sindicato. Para defender nuestros derechos ante el cambio de modelo social, conseguir políticas que nos ayuden a salir de esta crisis y batallar contra reformas que nos perjudican doblemente a las mujeres, es necesaria la presencia de las mujeres dentro de la USO, porque esa presencia nos da fuerza a nosotras y fortalece al sindicato.
La incorporación femenina al trabajo remunerado ha supuesto un gran avance y se ha visto favorecida por la creación del Estado de bienestar. Las mujeres han ido ocupando su lugar en diversos sectores y un número muy importante de ellas, han encontrado empleo en educación, salud y asistencia social. A su vez esto ha permitido que la oferta de servicios haya aligerado la carga de responsabilidades familiares.
La crisis económica ha venido afectando, desde su inicio, especialmente a las mujeres: primero frenando el desarrollo de la Ley de Igualdad y actualmente los ajustes, recortes y reformas que se vienen aplicando están perjudicando gravemente a las mujeres. Esta situación se ve claramente en el recorte en la Ley de dependencia a las y los dependientes y a las cuidadoras, que han visto recortada la asignación y cotización.
En este caso afecta directamente y también afectará indirectamente por que la reducción de servicios sociales dificulta la conciliación. En España la conciliación es todavía cosa de mujeres y queda un largo camino hasta conseguir la corresponsabilidad. Esta realidad pone en peligro la permanencia de las mujeres
en el ámbito laboral.
Para poder cobrar la pensión máxima, ahora todos necesitaremos más años cotizados: el argumento de la reforma es la tasa de envejecimiento y ello implica una mayor tasa de dependientes. Si no se ponen medios y continúa recayendo en las mujeres el trabajo de los cuidados, ¿cómo se evitará que sean las mujeres las que tomen las licencias, los trabajos temporales o las jornadas parciales? Ante estas situaciones las trabajadoras tendrán más probabilidad de perder el empleo y como pensionistas la pérdida de ingresos será mayor.
En la USO queremos reforzar y aspirar a una justicia laboral que se convierta en igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Para ello es necesario que las mujeres participemos en la vida activa del sindicato. Para defender nuestros derechos ante el cambio de modelo social, conseguir políticas que nos ayuden a salir de esta crisis y batallar contra reformas que nos perjudican doblemente a las mujeres, es necesaria la presencia de las mujeres dentro de la USO, porque esa presencia nos da fuerza a nosotras y fortalece al sindicato.
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