REGISTROS CIVILES

Sorprende la actitud del Ministerio de Justicia, que promueve un proyecto de ley de modificación radical de los Registros Civiles, y ni siquiera se preocupa de oír a los representantes de quienes trabajamos en ellos… Sorprende la actitud de las Comunidades Autónomas que confluyen con el Ministerio en tal proyecto, y están implicadas en su desarrollo, y tampoco informan a los representantes de los funcionarios –en el

 caso de Andalucía, la Consejería incluso llegar a soltar globos sonda sobre una próxima supresión (al menos parcial) del vigente Plan de Apertura por las Tardes de los Registros Civiles, sin convocarnos- … Sorprende la actitud pasiva y conformista de algunos sindicatos…. Y sorprende, finalmente, la actitud de patético protagonismo en solitario que quiere asumir otro sindicato, convocando como “Juan Palomo” a movilizaciones, sin pararse a considerar una actuación conjunta con otros sindicatos para intentar de verdad el logro de los objetivos que nos proponemos (y es que todavía quedan elecciones sindicales por celebrar….).

SPJ-USO no está de acuerdo con la imposición por medio de una Ley y sin negociación de las nuevas condiciones de trabajo en los Registros Civiles; ni con la pérdida de los Registros Civiles como puestos de trabajo de los funcionarios de la Administración de Justicia. Si hay algún tipo de funcionario idóneo para desarrollar las labores que implica un Registro Civil, éste es el funcionario de justicia: por cualificación, especialización, independencia y garantía de los derechos básicos de la ciudadanía. Nos oponemos radicalmente a que se les pueda aplicar a los funcionarios judiciales que se encuentren destinados en un Registro Civil, para quedarse en ellos en el futuro, cualquier mecanismo de pérdida de derechos retributivos o de cualquier otro carácter, como Complemento Personal Transitorio u otros del estilo. La Administración debe respetar derechos adquiridos (lo exige la actual legislación que nos es aplicable) y debe informar, dialogar y negociar, que es lo que, invariablemente, se resiste a hacer.